Bombones y loco amor

(Petición de Noelia con las palabras clave: Siesta, bombón y loco. Te darás cuenta que esto es según me pille y lo que me digan las palabras. A ver que te parece, espero que te guste, ya me dirás. Un beso guapa) Me levanté de la siesta cuando el sol calentó mi cuerpo y le hizo sudar sobre las sábanas. Me quedé dormido pensando en ella, acompañado de sus recuerdos. Tal fue la implicación en ellos que una gran mancha de bombones derretidos sobre mi barriga lo demostraba. Ella sabía que me encantaban y siempre que podía me tría una pequeña caja. Me metí en la ducha con las sábanas y les di un enjuague pre lavadora. Me enjaboné y no seguí duchándome hasta que no terminé de acordarme de ella otra vez. Previamente había puesto un concierto en directo de Eric Clapton, aquel en mil novecientos noventa y dos para la MTV. Aunque no entendía toda la letra, su voz y su guitarra me hacían sentir bien. Era la banda sonora perfecta para mi estado de ánimo. Me puse mi ropa deportiva y fui a quemar los bombones a la carrera en dirección al parque. Ella era azafata y esta vez viajo a Suiza con lo que ya me estaba relamiendo pensando el los ricos chocolates que hacen allí. Llegando al parque pasé por un quiosco en el que compré una bebida. A pesar de que estaba anocheciendo aún hacía mucho calor. En uno de los bancos cercanos al kiosco vi a una compañera del trabajo. Ambos éramos asistentes telefónicos en una compañía de seguros. Estaba comiéndose un enorme helado de chocolate. “ Hola Lola, ¿ Aprovechando el domingo para pasear ? “ Ella levantó la cabeza. “ Hola Fer. Si, más o menos “. Mire a los lados rápido y pregunté. “ ¿Donde está Pascual ? “ Unas lágrimas le salieron mientras chupaba el helado. Me senté a su lado y la miré fijo. No dije nada, solo cogí su mano y ella empezó a hablar. “ Se fue. Llevaba un tiempo actuando raro y ayer cuando volví del trabajo encontré una nota y sus cajones vacíos. Me agradecía el tiempo tan feliz que vivió conmigo y me dejaba todas sus cosas. Decía que se iba a vivir lejos y que lo nuestro tenía que terminar. ¿Por qué no me dijo nada antes? Ha huido como un cobarde “. “ Yo creo que no se quería enfrentar a su amor por ti. Seguro que se ha ido tan lejos por algo importante. Ya verás como dentro de poco te escribirá, cuando se dé cuenta de que te echa de menos “. Levantó el helado. “ ¿ Quieres ? “ Le di un mordisco demasiado grande guiado por mi pasión por el chocolate y esto provocó que el frío me hiciera gesticular más de la cuenta. Lola soltó una carcajada mientras se limpiaba las lágrimas con la manga de la camiseta. “ ¡ Qué bruto eres ! “. Yo asentí con la cabeza mientras seguía gesticulando. Decidí interrumpir mi ejercicio y nos fuimos a tomar un refresco en una terraza del parque. Allí podríamos hablar y de paso intentar tranquilizarla, darle ánimos. El tema de conversación durante la mayor parte era Pascual. Ella al no saber el porque, no hacia más que divagar y hacer teorías sobre lo ocurrido, yo le aportaba las mías. En un momento dado el tema cambió y solo lo retomamos en contadas ocasiones. Mi objetivo de distraerla tuvo éxito. A pesar de que trabajábamos juntos y compartíamos gustos parecidos, nunca intercambiamos los teléfonos. Esa semana quedamos día si día no para tomar algo y charlar. Resultó curioso saber que teníamos los mismos gustos en todo, la misma música, el mismo tipo de películas, hasta el equipo de fútbol. A mi me parecía simple casualidad pero ella empezó a requerir cada vez más mi compañía y yo empecé a hablarle cada vez más de Laura, mi pareja, para evitar mal entendidos. Laura regresó una mañana y tras hacer el amor y comer bombones, fui ha comprar al centro comercial ya que tenía la nevera vacía. Vi a Pascual vestido con el uniforme del comercio reponiendo las estanterías. Toqué su hombro y le saludé. Giró la cabeza y y me empujó. “ Como tienes valor hablarme. ¡ Aléjate de mi ! “. No entendía que pasaba. “ ¿ Que ocurre ? “. “ No hacía más que hablar de ti, en todo momento hasta que me echo de casa. Estabais liados lo sé “. “ Eso no es verdad Pascual, yo amo a Laura y nunca me liaría con Lola “. Ahora entendí porque estaba en el parque aquel día cuando durante años pasé a diferentes horas y nunca la vi. Su mentira en lo ocurrido con Pascual, la afinidad total, en todos los aspectos, que frecuentara de repente los mismos lugares a los que iba yo, su continuas ganas de verme y esa sorprendente capacidad de adivinar que quería hacer en cada momento. Le expliqué a Pascual lo que estaba pasando y él me dijo que sin duda estaba un poco loca. Volví a casa con la compra y al llegar al centro del apartamento solté las bolsas de golpe rompiendo su contenido. Algo atravesó mi espalda dejándome totalmente paralizado. Mientras caía al suelo pude ver el cuerpo ensangrentado de Laura sobre la cama donde la dejé durmiendo. Mi cabeza golpeó el suelo y perdí la vista. Solo escuche un susurro, lo último que sentiría. “ Si no eres mio, no eres de nadie “.

Vocaciones

( Petición de Elena con las palabras: Papichulo, ornitorrinco y cutícula. Bueno......jajaja no se ya me contarás. Un beso guapa ) Hace ya varios años que trabaja en el negocio familiar, una peluquería en el centro donde todos ayudaban. Ella se especializó en manicura y pedicura, lo aprendió de su hermana. Aún así estuvo buscando paralelamente otro empleo que le llenara más. Quería ser veterinaria y trabajar en un zoológico con todo tipo de animales, le encantaban los ornitorrincos. Entre esmaltes de colores, durezas en la piel y disolventes, se pasó los primeros cursos y ahora quería hacer unas practicas que en su último año le vendrían bien. Consiguió las perfectas en un exclusivo zoo gracias a su amistad con uno de los médicos del centro. Le conoció en la universidad durante el primer curso. Él ya estaba casi terminando, pero por algunas afinidades y coincidencias se hicieron muy amigos. Todo el mundo le llamaba papichulo por su origen latino, su porte y chulería evidentes. Este consiguió un buen trabajo gracias a sus calificaciones y los buenos resultados en las practicas. Ya consolidado en la plantilla movió unos hilos para meter a su amiga. El mismo día que firmaba el contrato, en aquella sala de espera, pensó en la cantidad de uñas y cutículas cortadas, en los litros de esmalte y los kilos de maquillaje que había puesto a sus clientas y ahora por fin sería diferente. Aunque hacía su trabajo bien y con pasión, esto era lo que le motivaba de verdad. Le dieron su nueva ropa y la llave de su taquilla. Mientras se cambiaba pensó de nuevo en su familia y en su antiguo trabajo. Se paró un segundo al pensar que igual les había dejado tirados, pero ella estaba convencida, quería cambiar su pequeño pincel y su corta uñas por un estetoscopio y su amor por los animales. Salió a la sala principal del reciento para empleados donde la esperaban. “ Hola Iris. Hoy por ser tu primer día tenemos una tarea apasionante “. Ella empezó a imaginar todo tipo de situaciones de emergencia con distintos animales. “ Le limaremos las uñas a los elefantes “.......” Tuve un Déjà vu “

Dignidad asesina

(Petición de Julio con las palabras clave: Espera, sufrimiento y sobrevivir. Bueno compañero disculpa la tardanza, espero que sea de tu agrado. Yo como siempre aprovecho para reflexionar jeje Un abrazo) La cabeza le sangraba y eso fue lo que le despertó, cuando le cayo por la frente hasta su nariz. Lo primero que vio fue ese saliente en la roca sobre él, lugar desde el que seguramente se despeñó. Sentía dolor por todo el cuerpo y no pudo incorporarse ya que su pierna y su brazo derechos estaban fracturados. Puso su mano en la brecha de la cabeza y empezó a gritar para ver si alguno de sus compañeros de acampada le escuchaba y socorría. La respuesta fue negativa en un primer momento, pero le vino bien ya que al examinar sus heridas vio sus pantalones y calzoncillos en el tobillo. Se separó del grupo para hacer sus necesidades y como era muy tímido y reservado se alejo demasiado, solo quedaba esperar a que le vinieran a rescatar. Con un sufrimiento casi extremo intentó con el brazo que no le dolía subir su ropa por su pierna fracturada en su fémur. Los gritos de dolor causaron respuesta. " ¡ Pedro ! ¡ Pedro ! " Las voces se escuchaban cerca y se apresuró a subir sus pantalones aguantando el dolor estoicamente. Solo quería hacer sobrevivir a su dignidad. Cuando lo hubo hecho un tremendo mareo, seguramente causado por el intenso dolor y la pérdida de sangre, le hizo soltar un leve grito sin respuesta y un silencio solo aplacado por las aves de la zona. Perdió su oportunidad de ser salvado y luego se quedó dormido. Cuando despertó se encontraba sobre una camilla y uno de los médicos al verle abrir los ojos le dijo: " Unos minutos más y no lo cuentas, las heridas son muy graves ". Pensó en lo estúpido que había sido haciendo primar su pudor sobre su vida y lo hizo mientras veía a sus amigos preocupados alrededor suyo, observando como hacían las curas en su cuerpo desnudo.

Bolras Cap. 22º

Las estructuras se acercaban lentamente mientras la ansiedad de nuestros guerreros aumentaba. Las flechas que nos caían encima provocaba que apenas hubiéramos lanzado más de las nuestras y los soldados apagaron los fuegos que tenían. Sefy gritó fuerte. “ ¡ Trajeron los arietes para nada. Abriremos las puertas y lucharemos “. Todos empezaron a soltar gritos de aliento rompiendo el silencio que nos dominó durante unos instantes, tenían que saber de nuestro arrojo. Entre nuestros arqueros ya sufrimos también varias bajas y les dijimos que lo dejaran hasta que abriéramos el portalón. Varias flechas de fuego alcanzaron las atalayas haciendo que tuviéramos que bajar todos de ellas. Me situé en un lateral de la entrada con mi arco y mis dagas. Allí podía ver a mis hermanos dispuestos a morir por nuestra libertad y varias lagrimas de nuevo cayeron de mis ojos. “Tengo que controlarme. Me estoy volviendo muy sensible “. Pasé mi manga por la cara y me reincorporé con gesto serio. “ ¡ Es nuestro momento. Este es nuestro principio o nuestro fin. Tenéis la oportunidad de elegir. Por primera en nuestras manos están nuestras vidas. Todo ahora somos nosotros. ! “ Alcé mi puño derecho y grité. Todos respondieron, pero no era el primer discurso. Todos mis compañeros del consejo ya lo hicieron y varias veces. Solo quería que supieran que contaban conmigo, aunque estuviera impedido. El paso lento de los asedios seguía acompañado de una incesante lluvia de flechas. Tony: “ Ellos nos dirán el momento, en cuanto dejen de caer flechas “. Sefy, Miry y Korde cuando vieron que ya estaban muy cerca, empezaron a luchar por el espacio justo en la unión de las dos puertas. Querían ser los primeros en asestar un golpe. Tony se posicionó justo detrás de ellos con Jolu y armaron sus arcos. Todos los demás que lucharían cuerpo a cuerpo se colocaron a los lados del portalón para poder seguir esquivando las flechas. Los arqueros del muro esperaban agachados el momento. Se ve que Sefy les convenció y se hizo con el hueco. Yo ya sabía que el primer golpe sería suyo. Si no podría llevarse por delante algún compañero. Miry y Korde se pusieron detrás. Solo quedaba esperar que la lluvia cesara y comenzar. Yo también armé mi arco y Jun se puso junto a mi con su espada y su escudo. Poco a poco la lluvia cesó y la infantería que se encontraba tras los asedios empezó a avanzar. Nuestros arqueros salieron y empezaron a disparar a las lineas traseras. Abrimos las puertas y Sefy salió arrastrando su enorme espada que aguantaba con las dos manos por su derecha. El grito que dio fue secundado por todos y todos salieron detrás. Cuando se encontró a distancia soltó la espada haciendo un semicírculo a la altura de la cabeza. El primer soldado pudo esquivar el golpe, pero los tres siguientes no. El que se salvo llevaba una maza con la que golpeó a Sefy en la nuca ya que la inercia le giró. Aunque llevaba un casco de placas cayó de rodillas conmocionado. Vi a Korde a su derecha, estaba estoqueando a un soldado y no le dio tiempo de reaccionar, cuando el otro levantó de nuevo su maza apuntando a la cabeza de Sefy. Una fecha certera de Tony atravesó el cuello de este que cayo hacia atrás. Casi en el mismo segundo otro soldado vio la oportunidad de ejecutarle y cuando levantaba su espada para decapitarle apareció Miry de la nada por detrás de él. Clavó una de sus dagas en un oído la otra en el otro, salvo de un intenso dolor al soldado girando violentamente sus brazos y partiéndole el cuello. Sacó rápido las dagas de la cabeza de aquel hombre y se agachó. Otro soldado rompió en cachos la cabeza de su difunto compañero con la maza que era para Miry. Esta rodó por el suelo y clavo su daga derecha en el perineo. Cuando el soldado cayó de dolor le libero con la otra en su nuca. Sefy agitó su cabeza varias veces y se incorporó. El sonido de los metales chocando y los gritos de dolor era todo lo que se escuchaba allí. Soltó la espada grande y sacó de su cinto una espada corta y una daga. Esgrimió una sonrisa de esas de cuando se vuelve loco. Se unió a todos los demás en la lucha con una destreza envidiable. Las guerreras del lago rodearon a la batalla y se encontraban acuchillando a los arqueros y luchando con la infantería que se encontraba retrasada en el flanco izquierdo. La lucha era tan densa que los arqueros tomaron sus armas de mano y se unieron. Yo me sentí mas inútil que nunca, apenas me mantenía en pie. Los asedio al ver nuestro portalón abierto se quedaron abandonados a pocos metros del muro y sus soldados salieron también a luchar. Algunos de ellos con pañuelos verdes sorprendiendo claramente al enemigo. En ese momento solo veía caer cuerpos de uno y otro bando y en mi creciente pena algo me hizo coger de nuevo mi arco. Es como si mis manos estuvieran dirigidas. Empece a lanzar flechas hacia la multitud, acertando una y otra vez en el enemigo. Yo me dejé llevar porque ya sabía que pasaba. De repente un soldado entró y se dirigió a mi. Escuché unos gritos y vi a lydi y a Silvy entrando también. Lydi le dio un gran golpe en la cabeza con su maza y cuando se tambaleó Silvy le ayudo a caer clavando su cuchillo en su espalda. No hay tiempo de agradecer en una batalla y solo les guiñé el ojo. Seguimos cargando mi arco y disparando con precisión al enemigo. De repente apareció Sefy por la entrada. “ ¿ Estas bien? “. Venía totalmente ensangrentado, pero al ver como caminaba y me hablaba estaba claro que no era suya. “ Han batido en retirada. La caballería está lista. No creo que tarden mucho. Hasta que recompongan la infantería “. “Ayúdame entonces a ir fuera “. Sefy me ayudó y pude escuchar como sus tambores y cornetas volvían con el soniquete de antes de la batalla. Recogimos a la mayor cantidad de heridos que pudimos y preparamos una picas que teníamos previamente hechas. Nos angustiaba que los cuerpos de nuestros muertos no pudieran ser recogidos, pero esto ayudo a que la rabia nos dominara más. “ ¡ Vamos, os estamos esperando ! “ Un paisano grito esto provocando más gritos de aliento que derivaron en una burla del enemigo y risas. Liberaban tensión para estar más concentrados. Yo la verdad que lo pensé. “ Vamos, venid ya “.

Ahí no

(Petición de Lau San con las palabras clave: Desamor, esperanza y confianza. Seguramente no es lo que esperabas, le pasa a todos, pero me muevo por el momento y la situación. Lo que me sale jejeje. Te animo a que sigas dejándome más palabras a ver si acierto. Un saludo y gracias por ayudar.) En el llanto y sus puños apretados. En el dolor por un embuste y la desilusión. En los dientes apretados y la confianza violada. Se levantó con rabia y rencor, pero se apoyó en la barandilla de la terraza y mientras miraba el paisaje el rencor se tornó a llanto de nuevo. “ Como es posible que lo hiciera “. Todas las esperanza que tenía puestas en él se esfumaron al instante y prometió no ir a verle más. Fueron tres años en los que le regalo su inteligencia y su físico, su belleza y locuacidad. En este tiempo pasó días, tardes y noches felices gracias a él. Se sintió importante e incluso a veces arrogante al hablar de sus cualidades. Ahora todo había cambiado por su traición. No se si desamor, pero fue él quién dijo que nos amaba. Volvió al salón, cogió el mando a distancia de la tele y la apagó para no seguir escuchando las noticias. “ Y se va al Real Madrid, a cualquier equipo menos a ese “. ( Soy del Atleti.....)

La unión perfecta. Parte final

El viaje pasó recopilando datos. Nos aseguramos que el avión que nos llevaría tenia wi-fi. El viaje pasó rápido entre estudios y anotaciones. Cuando llegamos teníamos el material necesario para empezar la búsqueda. Incluso Sefy se bajó una aplicación al móvil con miles de grafías antiguas por si teníamos que descifrar algún escrito. El largo viaje en coche lo aprovechamos para ir parando en diferentes poblaciones y seguir investigando entre las leyendas populares. Pudimos ir en otro transporte, pero era nuestro capricho hacerlo así. Las teorías sobre la ubicación de Agartha eran diversas. Todas eso si, hablaban de una cueva en mitad del desierto en la que mana el agua de las paredes y crece el musgo. Se supone que allí iban los iluminados y chamanes a hablar con los espíritus y con los dioses. Lo curioso es que en nuestras investigaciones hablaban de una entrada, pero no de que hubiese sido encontrada y no hacían mención a estos sacerdotes del pueblo. Eso nos animó a pesar de que las historias iban acompañadas de guardianes en la cueva. Semihombres, mitad de algún felino con una larga probóscide en forma de látigo con pinchos en vez de nariz. Llegamos al último poblado antes de que todo fuera desierto. Estaba atardeciendo y dedicamos las pocas horas de luz que quedaban en preparar la expedición. A la mañana siguiente partimos en dos vehículos todo terreno con dos paisanos que nos harían de guía. A los pocos días, después de haber parado en hermoso oasis, encontramos un pequeño acantilado de a panes cien metros de largo y unos diez de profundo. Su ancho casi se podía saltar y por uno de sus extremos se abría con una fuerte caída. Tuvimos que dar una enorme vuelta para poder llegar a la base. Llegando ya vimos algunos matorrales que sobresalían de la penumbra de la grieta. Los últimos metros los tuvimos que hacer caminando por la cantidad de rocas desprendidas que había en el suelo. La primera sensación al entrar en la grieta fue el cambio de temperatura. “ Baja el aire acondicionado tío “. Dijo Sefy y nos echamos a reír. La luz entraba por la abertura superior, pero según nos adentrábamos la vegetación era cada vez más frondosa y elevada dejándonos en penumbra. Sacamos las linternas y vimos una pared de ramas y hojas que nos impedía el paso. “Si hubiéramos sabido escalar ya estaríamos al otro lado “. Intentamos apartar las ramas al menos para intentar ver algo. Abrimos un pequeño hueco y metimos una de las linternas. La grieta se ensanchaba claramente y se atisbaba una especie de paso entre las plantas. Como no estábamos en la selva no llevamos machetes, esto hizo que desgastáramos nuestras navajas para hacer un paso. Cansados y con la noche encima entramos un momento a echar un vistazo y volvimos a los coches a comer y a dormir. Si encontrábamos más obstáculos necesitaríamos estar con fuerzas y descansados. Al día siguiente nos llenamos los bolsillos con pilas para las linternas y fuimos con ganas a seguir adentrándonos. Los caminos conducían hacia el interior de una cornisa que se encontraba dominada por la vegetación. “Ahí va a estar “. Estaba convencido de que el camino que estaba pisando era el que en su momento recorrieron los chamanes del lugar y conducía justo allí. Arrancamos todo y lo único que encontramos fue la pared de roca. Pero uno de los guías nos avisó de algo. Señalo su pie y movió la puta. Vimos como ligeramente la arena dibujaba un angulo de noventa grados junto a él. Nos tiramos al suelo y empezamos a escarbar con las pequeñas palas que traíamos. Era una losa grabada en la que ponía Shambala. Era allí. Shambala era la capital de Agartha y la ansiedad y el nerviosismo por el hallazgo nos inundó. Uno de los guías fue al coche a por algo para hacer palanca. Cuando se abrió el olor a humedad y a algún perfume fue lo primero que sentimos. Al iluminar al interior se veía y las rocas verdes por los hongos y se escuchaba un pequeño arroyo fluir. Era tal como los paisanos lo describieron y nos acordamos del guardián. Todos los tesoros los protegen invenciones e historias para mantener alejados a los saqueadores. Aún así entramos con miedo y alerta. Era una sala que me recordó a una estación de metro. A un lado y a otro dos zonas de roca pulidas por las subidas del agua y en el centro el arroyo. Al iluminar al fondo vimos una pequeña escalera labrada en la roca. Miramos a su final y había otra pequeña sala en forma de sótano. Había diferentes huecos con pequeñas cajas, se podía leer el nombre de Gengis en todas partes. Cada caja contenía al parecer los restos de diferentes seres vivos. Había algún antepasado, pero sobre todo animales seres a los cuales el gran conquistador profería admiración. Al ver el nombre, curiosamente en castellano, que nombraba una de las cajas lo entendí y también entendí el porque del tamaño. Empezamos a entenderlo todo, el interés de Gengis y el pueblo mongol en él, la mentira que acompañó a sus restos cuando vieron que no estaban bajo su lápida y el interés de esta sociedad oculta y de alguna parte del clero en resarcirse de aquel error que cometieron por oro manchado en sangre. En la caja ponía Babieca. Volvimos a la catedral de Burgos con los restos del caballo y en una memorable ceremonia los pusieron junto a los del Cid y la espada tizona. Sin duda alguna una unión perfecta.

La unión perfecta. Parte 2ª

Tras la siesta todo era dolor de cabeza y un extraño malestar muscular. Pasamos la tarde los dos hablando de los pocos datos que teníamos, más bien especulando, pero no se que tiene ese brebaje que nos tenía a los dos totalmente derrotados. Pronto fuimos a la cama deseosos de recibir la primera pista. Temprano ya estábamos en la catedral. No tuvimos que decir nada, diractamente nos acompañaron hasta el cuarto de ayer. Se escuchaban las llaves tintinear tras la puerta que se encontraba en un lateral de la sala. Nos dio tiempo de observar, ya más tranquilos y serenos, que toda la habitación estaba llena de estanterías con libros. Estos se notaba que eran antiguos, como los muebles y alfombras que nos rodeaban. Sentimos la tentación de echar un vistazo a aquellas joyas, pero cuando reunimos valor para hacerlo la puerta se abrió. “ Buenos días “. Respondimos. “ Aquí tenéis los manuscritos. Solo podréis estudiarlos aquí y solo hasta las ocho de la tarde “. Rápido pregunté por lo que necesitábamos. “ ¿ Con cuanto tiempo contamos ? “ “ Todo el que necesitéis para hallar un camino “. Tardamos en empezar lo que invertimos en agradecer y despedirnos de aquel extraño hombre del tintineo. Los religiosos marcharon dejándonos la sala para hacer nuestro estudio. El escrito estaba en latín y la grafía era difícil de interpretar. Invertimos varias horas solo en traducir el primer pergamino, cuando a Sefy se le ocurrió algo. Se levantó y llamó al monje. “ Discúlpeme, ¿ No tendrían el texto ya traducido ? “. El monje se echo a reír. “ Habéis tardado más de lo que esperaba en pedírmelo. Ahora os lo mando traer “. Cuando salió de la sala Sefy y yo echamos a reír también. Solo me salió decir: “ Vaya par de alelados “. Volvimos a hacerlo. No tardaron mucho en traernos las traducciones. Pero aún que estuvieran en castellano, las hicieron en el siglo XVII. Por lo menos se entendía y empezamos a sacar cientos de anotaciones, de momento sin un sentido claro. Decidimos los dos primeros días recopilar la mayor cantidad de datos posibles y los días siguientes intentar unir algunas piezas. El tiempo pasa muy deprisa cuando lo que haces te apasiona y sin darnos cuenta ya teníamos algo claro, también más de una semana de trabajo. La reliquia se nombraba continuamente como “el necio” o “el tonto”. No entendíamos muy bien que significaba, pero si sabíamos que debíamos viajar a una población de Guadalajara, importante en la reconquista del siglo XI y más adelante como lugar de acogida de reyes, políticos y artistas. Con algunos datos más y el convencimiento de que íbamos en buen camino, viajamos a Jadraque sin más demora. Hablaban de instancias reales donde fue guardada y protegida, el problema es que en aquella población había varias. Los textos en latín databan precisamente de la época de la reconquista y fuimos directos al castillo del Cid. Hablaban también de algunas poblaciones de los alrededores de Burgos como lugar de salida de nuestro tesoro. No sabíamos si estaría aquí, pero de que pasó estábamos seguros. Buscamos entre las rocas de los monumentos y casonas, entre los grabados de las fachadas y el interior de las ermitas. Nos detuvimos un par de días para documentarnos en la biblioteca municipal. Debimos hacerlo antes ya que allí se abrió un nuevo camino de investigación. Un anciano del lugar nos vio repasando una y otra vez libros y pergamino antiguos y se acercó. “ Creo que sé que buscáis. Hasta ahora ninguno de los que vinieron me creyeron, pero yo se donde puede estar “. Nos miramos extrañados, pero le pedimos que nos lo dijera. “ Esta en Agartha “. Yo puse un gesto extraño ya que a pesar de que había oído hablar de aquella civilización no me documenté nunca ya que formaba parte de una leyenda esotérica. Sefy sonrió aguantándose la risa. “ Gracias por la información señor, que tenga un buen día “. El señor se dio la vuelta resignado y mientras marcha nos dijo. “ Volverán más hasta que alguno me haga caso. Gengis Khan mandó que se lo llevaran “. Eso nos llamó la atención ya que ambos datos cuadraban. Agartha según la leyenda se encontraba en Mongolia, en el desierto del Gobi. Sabiendo que no nos pusieron tiempo y disponíamos de mucho dinero, nos pasamos a los ordenadores y a rebuscar en internet datos sobre la revelación que nos habían hecho. Leímos muchas supuestas transcripciones y supuestos datos sobre unos textos escondidos que pocas personas pudieron ver. Nos sonaba todo a cuento, a una invención para una mitología extraña. Era como una película de ciencia ficción y nos veíamos en el desierto como Indiana Jones buscando un tesoro perdido. Hasta nos imaginamos con los sombreros y los látigos lo que nos provocó la risa. Risa que nos abrió una conversación en la que eramos protagonistas de una increíble aventura como las que de niños soñábamos. Ese día nos fuimos a acostar pronto para ir temprano al aeropuerto. Cogimos billete a Ulán Bator y allí alquilaríamos un coche para ir hasta Mandalgovi. Desde allí iniciaríamos nuestra búsqueda por aquellas llanuras. Ya estábamos impacientes.

La unión perfecta. Parte 1ª

(Petición de Edu con las palabras clave, Jadraque, Agartha y probóscide. Como siempre tus palabras me llevan más allá jajaja. Por primera vez voy a hacer un relato de las palabras clave por partes. Yo creo que os va a gustar mucho. Ya me contáis.) No estuvo mucho tiempo trabajando en su oficio. Apenas un par de excavaciones pequeñas y con poco lustre. Destacó en investigación e intuición y poco después empezó como investigador privado. No solo era sigiloso e incansable si no que también utilizó su tiempo libre en aprender algunas artes marciales. Se manejaba entre infidelidades y ausencias laborales cuando una llamada le cambió los planes y a la larga catapultaría su futuro como investigador. El interlocutor usaba un tono duro e imperativo y su voz estaba distorsionada. Le ofreció una gran cantidad de dinero y fama si conseguía un tesoro perdido que unificaría para la gloria uno de los mejores momentos de nuestra historia. No le dijo que era, pero si le anunció que llegaría un paquete a su casa si aceptaba. Él pregunto sobre las condiciones y la voz le dijo que todos los gastos corrían de parte de la sociedad. Eso pudo ser la primera pista para saber quienes eran sus clientes. Aunque no tenía muchos datos, se guió de su casi infalible intuición y dijo que si. “ Cuando llegue el paquete sabrás que hacer “. y la voz colgó el teléfono. Colgó él también y solo se había puesto de pie cuando sonó el timbre. Echó un vistazo por la mirilla y vio un mensajero con un pequeño paquete. Se asustó de veras, todo lo que le dijo aquella persona era cierto y estaba claro que le querían a él. Lo que no preguntó es que pasaría si decidía abandonar. Abrió tembloroso la puerta a pesar de su indudable seguridad. El mensajero le entregó el paquete sin voz ni gesto y se marchó. Cerró la puerta y se sentó en su sofá mientras dejaba el paquete sobre la mesa de cristal que le llegaba a las rodillas. Se echo hacia atrás en el sofá torciendo el cuello hacia adelante, sin perder de vista el paquete. “ Eres demasiado impulsivo “. Se incorporó apoyando sus codos en las rodillas para sujetar su cabeza con las manos, sin perder de vista el paquete. “ Venga, hay que hacerlo “. Abrió el paquete y empezó a enumerar las cosas según las sacaba. Lo primero que vio fueron dos billetes de tren a Burgos. Luego un papel en el que le indicaba que fuera a la catedral y preguntara por el padre Pedro José. Para que le recibiera tenía que decir que era el enviado de la nebulosa. No lo entendió en ese momento, pero solo era una contraseña para llegar al abad. Allí le entregarían unos manuscritos en los que se desvelaban algunas pistas sobre el paradero de la reliquia que tendría que encontrar. “Bien, una reliquia, un dato más “. Lo tercero un sobre con cinco mil euros acompañados de una tarjeta de color dorado con el pin en un post-it pegado. Lo cuarto dos pequeños localizadores con otra nota que advertía que su perdida o apagado sería investigado y se tomarían medidas. Eso le daba igual, solo pensar en combinar sus dos pasiones le hacían ser feliz. Lo de los dos billetes y los dos localizadores, significaba claramente que no era trabajo para uno solo y llamó a uno de sus mejores amigos y compañeros de facultad. Se llamaban Fernando y Raúl, pero para todos eran Durosermon y Sefy. No había otro mejor para compartir esta experiencia. Sefy tuvo que arreglar en el trabajo, pero dijo que si. La noche antes del primer viaje los dos durmieron en casa de Sefy para salir juntos hacia la estación, pero casi no durmieron pensando en lo que quedaba por venir. Durmiendo, el trayecto lo pasaron durmiendo y era lo normal. Al llegar a Burgos lo primero fue comer unos buenos bocadillos de morcilla y un buen vino de la tierra. Tomaron alojamiento y pasaron la poca tarde que quedaba paseando por las calles de la hermosa e histórica ciudad. Volvieron pronto al hotel ya que les esperaban temprano. Poco después de amanecer llegaron a la catedral y sin esperar a nada pidieron audiencia. Vieron un hombre sencillo, metido en una especie de saco atado en su cintura con una cuerda, como los monjes de antaño. Un gran aro con decenas de llaves tintineaban colgados en su cintura de su improvisado cinturón. El padre les recibió con respeto y humildad quitándose la oscura capucha. Les invitó a tomar asiento, pero antes de entregarles nada les obligo a tomar un café y les interrogó en profundidad. Estos obedientes y conscientes de que era una prueba fueron sinceros y amables. El interrogatorio se detuvo tras los cafés, cuando llegaron los aguardientes y las risas. Los dos incautos no necesitaban ser interrogados, cada vez que su copa se llenaba más datos sobre sus vidas, ideología, religión, etc..... exponían. Les salvó el demostrar la pasión que la misión le profería y las ganas que tenían de saber cual sería el final de la aventura. “ Hoy no os daré nada, id a dormir “. Ambos amigos con una considerable borrachera, cogieron un taxi para ir a vomitar cada uno a su habitación del hotel. Tras unas duchas refrescantes quedaron para bajar al restaurante del hotel. Casi en silencio comieron y decidieron comentar todo a fondo después de la obligada siesta. Ambos de todas maneras se prestaron conscientes a todas las peticiones y preguntas. Ya les dijo que mañana se lo daría, la prueba estaba pasada.

Bolras Cap. 21º

Una vez todos en nuestros puestos aún hubo que esperar varias horas hasta que comenzara la batalla. A la gente ya no le quedaba nerviosismo que quemar, solo querían empezar para conocer su destino. Desde mi posición podía ver las estructuras alineadas frente a su campamento. Los tambores cesaron y un silencio que solo las alimañas conocían allí se apodero de todo el llano. Pasaron varios minutos en los que solo leves susurros era lo que se escuchaba. También se oían las manos apretando las empuñaduras, las cuerdas de los arcos tensándose y alguna arenga de Sefy que se sentía en todo el campo de batalla, con la banda sonora de la cascada de fondo. Los tambores volvieron a sonar, esta vez acompasados a ritmo lento. Las estructuras se elevaron y empezaron a avanzar despacio esquivando las rocas. Tras ellas se posicionó la infantería y los arqueros, la caballería esperaba paciente observando el avance. Los asedios eran rectangulares con una de sus partes más largas mirando hacia nosotros. En el centro asomaba la punta del ariete y la parte de atrás estaba abierta. Estaba claro que había que usar fuego, si no fuera por la brea sería imposible impedir que al menos uno de ellos llegara hasta el portalón. La distancia era mucha aún para nuestras flechas y hubo que esperar más. Escuché gritos de batalla procedentes del lago. Gire mi cabeza y vi como se cercaban decenas de pequeñas barcas con entre cuatro y cinco soldados cada una. Las chicas que estaban junto al lago empezaron a lanzar flechas que fueron repelidas por sus escudos, muy pocas alcanzaron su objetivo. Vi que parte de los que protegían la muralla quisieron acercarse a ayudar. “ ¡ Sefy, Korde, que todos se queden en sus puestos ! “ Me hicieron caso y retuvieron a los compañeros que no paraban de mirar como las barcas se acercaban. Los asedios aún no estaban a distancia. Las miradas se repartían entre el paso lento del ejército por el llano y la oriila del lago. No tuvimos tiempo de llevar brea hasta ellas y así hundir alguna de las barcas sería imposible. Yo seguía confiando en lo que me dijeron los magos y tuve que pedir varias veces más que no se movieran de sus puestos. Volví mi mirada al llano y vi que aún no estaban a distancia. Las barcas se acercaban cada vez más y la impaciencia de mis compañeros también. “ ¡ Rápido disparad ! “ Sefy se dio cuenta que el enemigo se encontraba ya a distancia. Las flechas incandescentes empezaron a volar desde el muro hacia los asedios, pero lo único que ardía eran los astiles de estas. El experimentado ejercito del rey ya lo tenía previsto, la madera estaba humedecida y algunos de los soldados portaban cubos con agua para sofocar nuestros fuegos. “ ¡ No debemos parar, seguid disparando ! “ Korde y Sefy no dejaban que ninguno desistiera de su tarea. Había que seguir lanzando las flechas incendiarias. Tony y yo esperábamos que se acercaran un poco más para que cuando nuestras puntas con paquetes atadas golpearan las rocas lo hicieran con más fuerza. Así tendríamos más posibilidades de conseguir las explosiones. Nuestro insistente fuego hizo mella en algunas, pero aún no era suficiente. Las flechas del enemigo empezaron a caer sobre nuestras cabezas, no todos pudieron escapar a tiempo causando nuestras primeras bajas. Intentaron salvar algún herido pero en pocos segundos eran varias las flechas que cada uno tenían clavadas, murieron todos. La rabia empezó a dominarnos y se empezaron a escuchas vítores por los ancestros, por Goday y por Bolras. Ya había olvidado las barcas cuando dejé de escuchar la cascada. Giré mi cabeza y vi la cueva al descubierto, la cascada se secó de repente. Las aguas del lago se tornaron tranquilas y las barcas avanzaban más rápido. Vi como nuestras guerreras corrían para alejarse de la orilla, recordando lo que les dije. Los soldados deshicieron sus armaduras de escudo y empezaron a gritar. Ya estaban a pocos metros cuando todo tembló. Una enorme lengua de cristalina agua de la montaña cayó por la cascada y golpeó el lago creando una enorme ola de varios metros de altura. Esta avanzó haciendo desaparecer a los soldados y parte de las casas y del huerto. Eso era lo de menos, nuestra retaguardia estaba protegida. Algunos soldados, los que sabían nadar o no fueron engullidos por la ola, llegaron a la orilla. Nuestras heroínas les dieron muerte a cuchillo sin contemplaciones y en algunos casos disputándose la presa. Cuando se aseguraron que no quedaba ninguno corrieron hacia la muralla a ayudar, pero tuvieron que pararse ante la lluvia de proyectiles que caía del cielo. “ ¡ Ferny, vamos es el momento ! “ Gire la cabeza y apunté, mi arco que estaba armado desde el principio. Tony: “ Yo al de enfrente, tu al de su izquierda “. Hice un gesto con la mano y tensamos las cuerdas. “ ¡ Tony espera ! “ Vi que en el objetivo de Tony, asomaba un pañuelo verde por el hueco del ariete. Tony “ Ya lo he visto “. Apunto al de su lado y lanzamos los paquetes. Solo estalló el que lanzó Tony esparciendo pedazos de madera y cuerpos a todos lados. La metralla hizo un gran hueco en las lineas de infantería que iban detrás. Esto detuvo durante unos segundos el avance. Si algo no se esperaban era eso y se empezaba a notar algo de indecisión entre ellos. Volvimos a cargar los arcos y de dos disparos certeros otras dos estructuras salieron por lo aires. Ya solo nos quedaba una y le dije a Tony que la usara bien. En el portalón nuestros guerreros ya deseaban que se abriera, era cuestión de que se acercaran un poco más, para evitar las flechas. Yo encendí la brea y me sumé a mis compañeros. Vi a todos ellos impacientes, convencidos de la victoria tras las explosiones y la gran ola. Miriam, Say, Lydi y Silvi a un lado con las guerreras del lago. Korde, Sefy, Jolu y Jun al otro. Ivan y sus soldados listos también. “ Solo hemos empezado “.

El poder

(Petición de Lydia con las palabras clave: Insurrección, innovacion y reencarnación. Es un poco abstracto..... si no entiendes algo pregunta, va en serio. Te quiero guapísima.) Hacía tiempo que los vientos de cambio planeaban por el país. El insurrecto proletariado había tomado las calles y organizado huelgas por todo el territorio. En el centro de la ciudad del centro estaba ella. La famosa por lo tenaz, por lo insistente y por lo bello. La que se erigió como la salvadora de los derechos fundamentales en una sociedad donde solo vivían la nobleza y los burgueses, el resto sobrevivía. Ponían sus espaldas, sus extremidades y su cabeza, en algunas ocasiones la vida. Lo exponían en aquellas carreras sin inscripción por los alrededores del poder. Lo hacían porque sentían que les faltaban cosas, aquellas que consiguen que te sientas persona. Ella seguía allí en medio y el día que los vasallos armados no cargaron se puso en el centro del gentío. Subida a los hombros de su compañero de diferentes cosas, arengó con anhelos a los que pudieron escucharla y la voz se corrió sin dejar las alturas como aceite en agua. Miles de vidas y amputaciones devolvieron la libertad a los olvidados. Y ella en el centro de todo. Innovó en las directrices y leyes. Repartió las riquezas de los superiores estamentos entre todos sus hermanos y no se dio más importancia que la que estos le dieron. La unanimidad era evidente en su finalmente absolutista mandato. Evitó nombrarse reina pues sería ir en contra de su éxito y eligió ser emperador. Se reencarno en sus victimas y repudiados. Se olvidó quién era mientras sus mas cercanos esquiroles solo se dejaban llevar. Su poder creció como su inconsciencia y crueldad. Se reencarno en sus antiguas pesadillas. Como no en todas las historias de este tipo hubo una moraleja. El poder es más placentero que cualquier cosa que puedas imaginar. Solo una persona extremadamente inteligente lo puede evitar. En un momento de conciencia se suicidó.

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